El nombre del proyecto radica en la firme creencia de que no deben ponerse límites al futuro de cualquier niño o niña, independientemente de sus condiciones. Está destinado para menores en el trastorno del espectro autista y puede implantarse tanto en centros de educación especial o centros de día como en domicilios a nivel individual.
El lazo que se crea entre los niños y los perros es muy fuerte, permite realizar sesiones muy dinámicas y ambas energías se suman para llegar a objetivos sociales, comunicativos, emocionales y creativos.
Si quieres saber más sobre este plan de intervención diseñado y elaborado exclusivamente por el equipo de Áureacan, escríbenos.
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